Colombia en rumba política
Un torbellino de eventos políticos sacudirán en los próximos meses a este país. Los protagonistas son el presidente Santos, las FARC, otros políticos y candidatos, el alcalde de Bogotá y, por supuesto, los ciudadanos.
Esta semana se han juntado varios desenlaces políticos en Colombia: la destitución confirmada de Gustavo Petro, el alcalde Bogotá; el reinicio del diálogo entre el gobierno y las FARC, en La Habana; y la recta final para la conformación de las candidaturas presidenciales que competirán en las elecciones del 25 de mayo.
Los tres ingredientes tienen curso propio, y a la vez se cruzan para generar un ambiente político rumboso en el país, que durará todo el año, aún después de los comicios generales. Si ningún postulante obtiene la mitad más uno de los votos, se irá a una segunda vuelta el 15 de junio. Más aún: el 9 de marzo hay elecciones legislativas.
La negociación con las FARC pesa en el destino del actual presidente, Juan Manuel Santos, que va a la reelección y que encabeza las encuestas con claridad (entre el 28 y el 30%, según varias encuestadoras). Pero incluso los candidatos que disputen la segunda vuelta con el mandatario tendrán que ver con el álgido proceso.
La nueva fase de conversaciones en la capital cubana comienza con el tema del narcotráfico, luego pasará al de las víctimas y, finalmente, al abandono de las armas. Todo eso ocurrirá en los próximos meses, justo cuando se define el tablero político, de modo que ningún aspirante al Palacio de Nariño puede ignorar esa agenda.
Las propias FARC han llamado a no votar por la derecha “y mucho menos por la ultraderecha”, dado que parece ir dirigido a Óscar Iván Zuluaga, el candidato del uribismo, que va segundo, con entre 10 a 14% de intención de voto. En la lógica de los guerrilleros, el retorno de ese frente político movería, para mal, la mesa de negociación.
Dicha candidatura, en efecto, viene respaldada por el áspero discurso de Uribe, el ex presidente. Aunque es poco probable que triunfe, la fuerza que sugiere que una parte de la población añora la ‘mano dura’ contra la guerrilla. Las conversaciones, sin embargo, avanzan, con fórceps y no sin baches tormentosos.
¿Qué pasará con Petro? Su salida de la alcaldía de Bogotá implicará otra elección más, para que alguien complete su periodo hasta diciembre del 2015, con lo que se agita más el baile. Algo que no se debería descartar es que, en medio de este tumulto, cobre fuerza una indignación que se exprese en los votos y las calles.